Esta práctica tan antigua como el yoga que todos conocemos ha empezado a sonar con fuerza en los últimos meses.
Diana Bordón, creadora del Facial Yoga Plan, autora del libro “Yoga facial: otra belleza es posible”, nos explica que no hay una referencia clara acerca de cuándo surgió esta especialidad, pero que ya en la primera edición de 1983 de “El libro completo del Yoga” de James Hewitt se habla del yoga facial y se encuentran ejercicios para relajar los músculos de la cara.
El yoga facial se basa en que nuestra cara está formada por decenas de músculos que, al igual que hacemos con los del resto del cuerpo, deberíamos de ejercitar para mantenerlos fuertes y tonificados. Si tenemos un rostro “entrenado”, estará más firme, tonificado y se reducirán notablemente los signos de la edad. “Los músculos de la cara, no son diferentes a los del resto del cuerpo, simplemente son más pequeños. Si no ejercitas tu cuerpo, este se va tornando flácido y débil. Lo mismo sucede con los músculos de la cara”, nos explica Diana Bordón quien se formó en Nueva York con Annelisse Hagen, pionera de esta disciplina en Estados Unidos, pasando después por los lugares de referencia de esta práctica, desde China, hasta Japón pasando por Dubai o Tailandia.
El roller facial es el complemento perfecto para el tratamiento de las máscarillas faciales ADARA, ya que dentro de sus propiedades está hacer que los productos de belleza penetren de forma más rápida y profunda en la piel.
El jade es una piedra semipreciosa llamada la " Piedra de los sueños", muy apreciada por sus propiedades curativas ya que otorga paz y armonía.
Proveniente de China, durante siglos es considerada la piedra de la belleza y la eterna juventud.
Usar herramientas como el roller de jade, potencia los resultados del yoga facial, ya que dentro de sus múltiples propiedades, está relaja los músculos en tensión, sino que también alivia la tensión en todo el cuerpo estimulando el flujo linfático. Se aconseja utilizarlo después de aplicar el último paso de la rutina facial, evitando que la piel esté desnuda, lograremos que el roller se deslice fácilmente y los movimientos tensores y reafirmantes sean mucho más efectivos.
Fuente: Revista Vanity Fair